Pasar al contenido principal

Buda Dainichi Nyorai: registro de su conservación y restauración


Buda Dainichi Nyorai es una escultura japonesa de gran formato, perteneciente a la colección del Museo de Artes Decorativas. En 2013 ingresó al Laboratorio de Escultura y Monumentos del Centro Nacional de Conservación y Restauración para ser intervenida.

La escultura de bulto redondo, dorada sobre laca negra, representa a un personaje masculino sentado, con las piernas flectadas y las manos unidas frente al torso en la postura llamada "mudra de los seis elementos" o chiken-in.

La figura representada tiene cabello largo gris oscuro amarrado en moño en la parte superior de la cabeza y lleva una corona y un collar. Tiene ojos de vidrio pintado, boca roja brillante, barba y bigotes dibujados. Está vestido con una túnica esculpida, y un pañuelo, que parte del hombro izquierdo, forma pliegues y se superpone a la túnica que cubre las piernas. También presenta dos pulseras y dos brazaletes metálicos clavados a los brazos.

Se sitúa sobre varios niveles de base. Desde abajo hacia arriba: una mesa verde, una base hexagonal con decoraciones de panal y relieves vegetales, una base de sección circular que comporta piezas de metal dorado, y finalmente una flor de loto.

En la parte posterior del personaje hay un halo o estructura ojival con relieves vegetales.

La intervención comenzó con una exhaustiva investigación sobre sus materiales, iconografía y técnicas, que abordó los siguientes aspectos:

  • Contexto de producción y circulación.
  • Los materiales y técnicas empleados, para dilucidar su fecha de creación e inscripción dentro del budismo.
  • Los significados de sus elementos iconográficos, materiales y pigmentos

Su creación fue asociada a la época Meiji (1868-1912) por el coleccionista M. Franz Baher en 1984. El profesor Kurita de la universidad japonesa de Yaseda la vinculó al mismo período un año después.

Sin embargo, no existen peritajes que sustenten esa conclusión, pues sus materiales, técnicas e iconografía responden a distintos momentos del desarrollo escultórico budista, lo que ha impedido determinar su data con exactitud.

La imagen representa el momento de la iluminación y del acceso a la sabiduría de Buda, a través de elementos que simbolizan la luz: halo de gran tamaño, llamas de la corona y el recubrimiento dorado.

Estos antecedentes fueron esenciales para definir los procedimientos necesarios para la conservación y restauración de la obra de 1.95 m. de altura, pues permitieron comprender los alcances de las alteraciones que afectaban la transmisión de valores atribuidos a ella.

Se trataron así sus problemas estructurales y de alteración y discontinuidad del color, por lo que se trabajó en su estabilización y limpieza para homogeneizar el dorado de cada elemento.

Una vez intervenida, la escultura regresó al depósito del Museo de Artes Decorativas, a la espera de la ampliación de sus salas, para incorporarlo a la muestra permanente.

El informe de la intervención está disponible en la Biblioteca del Centro Nacional de Conservación y Restauración.

Temas relacionados