Michel Menu y su equipo se dedican a elaborar procesos químicos y físicos destinados a comprender que existe detrás de las obras de arte, con el fin de entenderlas, recuperarlas y conservarlas. El objetivo de estos estudios es resaltar el trabajo artístico y sacar a la luz las técnicas utilizadas por los artistas.

Existen dos ejes principales que se desarrollan en un laboratorio como el de Francia.

La primera es la autenticación, pieza clave para la atribución de las obras de arte a un artista y corroborar si es de su autoría y el año de su creación.

El segundo eje ayuda en el trabajo de conservación, la identificación de las piezas originales de una posible restauración antigua y evaluar la alteración de la obra con el fin de evitar la posible degradación originada por el tiempo.

Para ello se utilizan técnicas no invasivas, principalmente a través de radiaciones, radiografías e infrarrojos, entre otros.

Los historiadores de arte desean conectarse con estas creaciones y lo que querían entregar sus creadores, además de conocer situaciones ocultas, tanto en las pinturas, como esculturas e incluso los metales y piedras preciosas.

Con los resultados, hay que explicar detalladamente a los investigadores el fruto de estos experimentos y cómo podrían ser interpretados, entregando nuevas interrogantes y/o respuestas, dentro del arte o la arqueología.

Luego de asistir a algunas actividades en Santiago, se dirigira a la Segunda Región, Antofagasta para participar con una interesante charla en Festival de Ciencias 2014, en la que ella hara hincapié en el vínculo entre el arte y la ciencia.